Taller de Ecología General # 1
Víctor Sánchez 8-878-19 9IC121
¿De qué manera se
puede contribuir a minimizar el efecto de cambio climático desde nuestra casa?
Cambia las bombillas
Reemplazar una bombilla tradicional por una de
bajo consumo ahorra más de 45 kilogramos de dióxido de carbono al año. Cierto
que la segunda es más cara, pero resulta más económica a lo largo de su vida.
Una sola de ellas puede reducir hasta 60 euros los gastos de electricidad,
según la Comisión Europea.
Apaga la tele y el PC
Sólo con apagar la televisión, el DVD o el
ordenador cuando no estén en uso evitarás que miles de kilos de CO2 salgan a la
atmósfera. No dejes los aparatos eléctricos en stand-by (espera): un televisor
que permanece encendido durante tres horas al y en stand-by las 21 horas
restantes consumirá un 40 por ciento de la energía total en el modo de espera.
No dejes el cargador de tu móvil enchufado todo
el tiempo, aunque no esté conectado al teléfono, porque seguirá consumiendo
electricidad.
Recicla
Puedes ahorrar más de 730 kilos de CO2 al año
al reciclar la mitad de la basura que se produce en casa.
Evita mucho embalaje
Escoge
productos con poco envase: una botella de 1,5 litros genera menos residuos que
tres de medio litro. En la compra usa bolsas reutilizables. Evita las toallitas
húmedas y de papel. Puedes evitar la emisión de 1.100 kilos de CO2 si reduces
tu basura un 10 por ciento.
Menos agua caliente
Es
necesaria una gran cantidad de energía para calentar agua. Instala un regulador
de caudal del agua en la ducha y evitarás la emisión de más de 100 kilos de
dióxido de carbono al año.
Lava con
agua fría o tibia y ahorrarás 150 kilos de CO2. Ahorras agua caliente y gastas
cuatro veces menos energía si en vez de un baño te das una ducha. Cierra el
grifo mientras te lavas los dientes. Asegúrate de que tus grifos no gotean: el
goteo de uno puede hacer perder en un mes el agua suficiente para llenar una
bañera.
Vigila los
electrodomésticos
Tapar la cazuela mientras cocinas es un modo de
ahorrar mucha energía. Aún mejor son las ollas a presión y las vaporeras, que
ahorran un 70 por ciento de energía.
Usa la lavadora y el lavavajillas sólo cuando
estén llenos. Si no lo están, usa programas económicos. No hace falta poner una
temperatura alta, hoy los detergentes son eficaces incluso cuando es baja.
Recuerda que si el frigorífico y el congelador están cerca de los fuegos o de
la caldera, consumirán mucha más energía. Si éstos son viejos, descongélalos
periódicamente. Los nuevos tienen ciclos automáticos de descongelación y son
casi dos veces más eficientes. No pongas en la nevera alimentos calientes o
templados; ahorrarás energía si dejas que se enfríen primero.
Ajusta el Aire
Acondicionado
La oscilación de dos grados centígrados en
invierno y en verano ahorra más de 600 kilos de dióxido de carbono por hogar en
un solo año. Subir la temperatura un grado puede reducir la factura de la
calefacción entre un 5 y un 10 por ciento.
Si dejas una pequeña abertura todo el día, la
energía necesaria para mantener el interior frio durante seis meses de calor
será de casi una tonelada de emisiones de CO2. Aísla bien tu casa. No abuses de
los aparatos de aire acondicionado, consumen mucha energía y emiten unos 650
gramos de CO2. Y supone un coste en tu factura de 10 céntimos de dólar por
hora.
Planta un árbol
Un solo árbol absorbe una tonelada de dióxido
de carbono durante toda su vida.
¿Qué gases son los que
causan el efecto de invernadero?
Los gases de invernadero más importantes son:
vapor de agua, dióxido de carbono (CO2) metano (CH4), óxido nitroso (N2O)
clorofluorcarbonos (CFC) y ozono (O3).
¿Cómo podemos
disminuir este efecto desde nuestros hogares?
·
Deja
de comprar en exceso. Si no necesitas ni deseas realmente algo, no lo compres.
Terminará en la basura. Si bien no podrás detener la producción en los países
pobres (un esfuerzo mucho más complicado y necesario), puedes contribuir al
reducir tu propio consumo. Esto puede ayudar a detener el efecto invernadero.
· Apaga
las luces cuando dejes una habitación. No dejes el televisor encendido cuando
te vayas a dormir. Abre el suministro de agua sólo cuando sea necesario. Por
ejemplo, ciérralo mientras colocas pasta dental en el cepillo. Vuelve a abrirlo
cuando sea necesario.
· Reduce,
reutiliza y recicla. Estas son las tres "R" tan populares. Reduce las
cosas que necesitas. Reutiliza los artículos que tienes hasta que ya no sirvan.
Recicla todo lo posible. En ciertas áreas, el hecho de no reciclar está
empezando a ser ilegal. Más allá de lo que establezca la ley, debes guiarte por
la conciencia. Además, muchos lugares ofrecen dinero a cambio de botellas y
latas para reciclar.
·
Siempre
que puedas, opta por gas natural en lugar de carbón o aceite.
·
Cuando
quieras comprar un auto nuevo, opta por uno eléctrico o híbrido. Si no es
posible, elige uno pequeño de buen rendimiento a gas. De este modo, harás mucho
por vivir en un planeta mejor.
·
Crea
un club ambiental en la escuela, la universidad o la comunidad. Incluso los
niños más pequeños pueden participar. Nunca es demasiado tarde para empezar a
reciclar.
· Camina
al trasladarte dentro del vecindario... o monta en bicicleta. Mejorarás tu
salud y la del planeta.
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